Cuida, cuídate y déjate cuidar

Tan importante es una cosa como otra. Todos tenemos que mantener un equilibrio entre dar y recibir. Dar cuidados a otros y cuidarnos a nosotros mismos por igual; cuidar y cuidarse en la misma proporción, para tener fuerza física y poder llevar a cabo nuestras obligaciones.

Algunos cuidamos a otros en nuestro trabajo, es nuestra profesión. Otros cuidan con entrega y amor a familiares discapacitados, a niños, a mayores. A veces, muchas veces, los cuidadores se descuidan, se olvidan de ellos mismos; y eso es un gran error. Cada uno es tan importante y valioso como cualquier otro ser humano.

Nadie mejor que uno mismo para saber lo que necesita en cada momento. Escúchate y concédete lo que te pide el cuerpo, la mente y el alma; eso es cuidarse y quererse, respetarse y valorarse. Cuidarse es fundamental para mantener el equilibrio físico, mental y emocional, para tener salud y sentir paz interior y felicidad.

Acepta la ayuda que te ofrezcan, no la rechaces; es un forma de liberar cargas. Sé permisivo contigo mismo, elimina tus propias barreras, los prejuicios, las creencias que te impiden acoger la ayuda que te llega de manera incondicional. Fluye y agradécelo.

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