Claros y oscuros

Como el día y la noche sin luna, como la calma y la tormenta, como arriba y abajo, así son nuestros días, nuestras emociones y nuestros pensamientos. Oscilando de un polo al otro, queriendo hacer pero sin hacer, queriendo decir pero sin soltar una palabra, queriendo impulsar pero frenando, corriendo cuando queremos parar. Siempre en el claroscuro cuando lo que anhelamos es luz y color. 

Podemos salir de la sombra y buscar el sol, el tuyo, el mío, el suyo. Siempre hay destellos, brillos, rayos y focos encendidos que permiten ver en las profundidades, en la lejanía y en la cercanía, evitando así que la oscuridad oculte el lugar donde todo brota de la Luz.